Y la economía rumana sigue creciendo

En agosto pasado escribí una entrada en este blog mostrando mi sorpresa y preocupación por los malos datos del PIB rumano en el 2T del año. Rumanía parecía estar en recesión técnica y yo lamentaba que, en un país donde hay todavía tanto por hacer para ponerse a la altura del resto de socios en la UE, pudiésemos estar tonteando con crecimientos de PIB inferiores al 3%, por no hablar ya negativos.

La última parte del año, claramente el 3er y 4º trimestres, ha mostrado una importante aceleración económica y parece que el rumbo se ha corregido según datos del Institut National de Statistica publicados ayer. A la espera de conocer la totalidad de indicadores que han propulsado el índice, sé al menos que el consumo privado es uno de ellos con su crecimiento del 7%. No me extrañaría que la construcción fuese otro. Hace mucho tiempo que no veía tanta obra de vivienda en proceso como en estos últimos meses.

Con el nuevo milenio pareció empezar en Rumanía una nueva perspectiva económica. El crecimiento del país se disparó. Basta mirar la pendiente ascendente, casi recta hasta el 3er T del 2007, para continuar aún más disparado hasta el 4T del 2008. Inversiones extranjeras a todo gas, años de vino y rosas, los perros atados con longanizas, preludio de un ocaso que ya se cernía sobre España y que aquí no se intuyó (o al menos yo no, y no fui el único).

El 2009 se cerró con un retroceso a niveles de principios de 2007 pero con la población debiendo reembolsar los muchos créditos solicitados en el 2007 y 2008 para comprar o hacerse la casa. Difícil digestión, se acabó el sueño. Desde entonces la travesía del desierto y ya por fin, a finales de 2013 una nueva aceleración que parece llevarnos poco a poco al nivel pre crisis. Si en 2015 se crece, como está previsto, no menos del 2,5% superaremos posiblemente el pico del 2009.

Al menos será un crecimiento menos pronunciado, y por ahora no hay burbujas en el futuro cercano. El inmobiliario sigue bajo y se mueve al ritmo que dejan los banco, algo más “allegro ma non troppo”. Preveo que el consumo seguirá creciendo, hay hambre de compras tras tanto años de no poder. La agricultura seguirá dando alegrías si no hay una catástrofe climática, y el principal cliente de Rumanía, Alemania, va como una moto, creciendo en el 2014 bastante más de lo esperado (acabo de regresar de una semana en Stuttart y ni rastro de crisis). Sólo falta que Italia y Francia tiren algo más y Rumanía se disparará de nuevo.