La ciudadanía clama por una regeneración política en Rumanía

Arrastrados por la cólera popular tras el trágico incendio de un club en Bucarest, decenas de miles de jóvenes en Rumanía claman por una verdadera regeneración de la clase política, pese a la dimisión del primer ministro Victor Ponta y su Gabinete.

Su ira ha alcanzado tal punto que el presidente Klaus Iohannis ha hecho un guiño hacia los manifestantes invitándoles a participar en las consultas sobre la formación de un nuevo Gabinete, que rompa con el tradicional sistema político „corrupto” e „incompetente”, como señala la ciudadanía.

„Os he visto, os he oído y tendré en cuenta vuestras peticiones”, aseguró el jefe de Estado, quien precisó que se reunirá mañana con un nuevo actor: „la sociedad civil”.

La ronda de consultas se inició este jueves con el Partido Social Demócrata, del dimitido Victor Ponta y la formación política con más afiliados del país, y el Partido Nacional Liberal (PNL) y continuará el viernes para tratar de confeccionar un Ejecutivo que se acerque a las demandas de la calle.

„Se trata de algo más que un cambio de gobierno, sino de un paradigma política”, admitió Liviu Dragnea, presidente del PSD, a su salida de su encuentro con el presidente conservador.

Dragnea señaló que ha propuesto „una nueva ronda de consultas con todos los líderes de las formaciones políticas y acudir al Parlamento con una solución ya establecida.”

Por su parte, el PNL pretende forzar unas elecciones legislativas que seguramente lo catapultaría al poder.Iohannis designó hoy al hasta ahora ministro de Educación, Sorin Campeanu, como primer ministro interino.

A pesar de los gestos políticos, miles de ciudadanos han vuelto a ser convocados este jueves para continuar con unas manifestaciones que comenzaron el domingo pasado tras el incendio de un club nocturno de Bucarest, que se saldó el viernes con 32 muertes y casi 200 heridos.

„Esta intensa demostración popular quiere acabar con la corrupción e instalar un nuevo sistema democrático”, explica Alexandru Sasu, responsable de la Fundación Caesar, una organización estudiantil.

Este clamor de la sociedad, sobre todo de gente joven, tumbó al Gobierno de centroizquierda encabezado por Victor Ponta,acusado de varios cargos de corrupción, tras reconocer „el enfado legítimo” por que alguien asuma la responsabilidad de las víctimas.

„Buscamos un nuevo Gobierno formado por expertos con reputación impecable, sin ningún condenado o investigado o penalmente”, subraya Sasu, afirmando que el futuro de Rumanía pasa por „democracia”, „desarrollo” y „dignidad”.

La lacra de la corrupción está condenando a la miseria al segundo país más pobre de la Unión Europea y con una de las tasas de emigración más altas, con una estimación de más de cuatro millones de trabajadores rumanos en el extranjero.

Según los analistas, se baraja un gobierno tecnócrata con el apoyo de partidos políticos, pero sería una solución insuficiente porque solo conseguiría rebajar la tensión social.

Resaltan los expertos también que ahora un Gobierno deberá prestar más atención ante los casos de corrupción.