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Robert Kaplan sobre Klaus Iohannis durante su visita a Washington: El Presidente no dejó una impresión sólida, de una manera u otra. Es todavía invisible”

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Robert Kaplan in studioul HotNews.ro , Foto: Hotnews
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El escritor y periodista Robert D.Kaplan, incluido dos veces en el „Top 100 Global Thinkers” elaborado por Foreign Policy, declaró en una entrevista concedida a HotNews.ro, que el presidente Klaus Iohannis „no dejó una impresión sólida” y que „es todavía invisible”, cuand se le preguntó cómo es percebido el jefe del estado en los círculos de poder de Washington. „Amenudo, cuando un líder no es suficiente, el motivo es que su equipo es débil. (…) Sí el presidente actual no diseña un poder y personalidad tanto en el país como en capitales como Washington o Bruselas es culpa de su equipo que no se eleva al nivel necesario”, prosiguió Kaplan.

Entrevista:

Dan Tapalaga: Su último libro sobre Rumanía, „En sombra de Europa”, no es solo un libro de viajes, sino una profunda comprensión de la historia y de la cultura rumana.

Robert D. Kaplan: Sí, creo que Rumanía está todavía en la sombra de Europa. Este libro es una mezcla de recuerdos, viajes, historia y periodismo. Y he escrito este libro porque he sentido que Rumanía es mucho más importante que su estatuto muy discreto en las noticias que aparecen en Occidente. Es una marca en la Europa del sur como lo es Polonia para el noreste de Europa. Y es un país estratégico para los Estados Unidos, en términos de protección del Rimland de Europa (..). Sabéis, los tres países estratégicos que son cruciales: Polonia, Rumanía y Azerbaijan.

DT: ¿Podemos decir que Rumanía vive ahora bajo el paraguas de los Estados Unidos? ¿En la sombra de los Estados Unidos, si queréis?

RK: ¡Exactamente! Por ejemplo, Rumanía no puede contar con Europa o la OTAN. Puede contar con los Estados Unidos para su defensa. Porque la OTAN no tiene sentido sin la presión americana, del Pentágono. Se sabe esto. No por último, los Estados Unidos apenas ahora descubren verdaderamente Rumanía en términos de seguridad.

DT: Rumanía ha cambiado mucho en los últimos dos años. ¿ Habéis venido la última vez aqui …

RK: Dos años, sí.

DT: Conociste entonces al ex presidente, Traian Basescu, y al ex primer ministro Victor Ponta. Ambos expresaron su preocupación de que la Rusia de Putin tratará, después de Ucrania, recuperar su influencia en esta parte de Europa. Pero, de nuevo, Putin no hizo nada, al menos nada en términos de acción militar directa.

RK: Sí, y me espero que continúe así. Espero que Putin continúe, así como me ha explicado el ex presidente Basescu y lo he escrito en mi nuevo libro, utilizar las acciones de subversión, las acciones detrás de la escena, y hacer todo lo posible para debilitar a los gobiernos de Europa central y del este. Debido al punto de vista de Putin, que necesita una zona blanda de influencia de tipo imperial. Haces esto por medio de los gobiernos en estos países. Creo que Rumania es mucho más protegida que Bulgaria, Serbia, Polonia, Hungría, al menos cuando se habla de los resultados. Debido a que Rumanía tiene un gobierno pro-occidental, un gobierno tecnócrata. Si nos fijamos en el crecimiento del autoritarismo en Hungría, el nacionalismo se desliza justo en Polonia, en las instituciones estatales débiles de Bulgaria y Serbia; Rumanía está en una posición más fuerte.

DT: Sí, pero la pregunta es ¿cuánto tiempo durará sobre esta carretera prooccidental. Porque si nos fijamos en nuestra historia, tenemos esta mala reputación: un país que ha cambiado aliados, que se ha torcido y que ha roto los acuerdos políticos. No es muy seguro desde este punto de vista.

RK: Rumanía fue el único país que durante la Segunda Guerra Mundial cambió de bando en medio de la guerra. Recuerde, Italia que cambió de bando porque el régimen de Mussolini fue derrocado. Pero la idea de cambiar de bando fue en Rumania justo antes de que Antonescu se fuera del poder. Esto estaba pasando después de Stalingrado, cuando la posición comenzó a ser reconsiderada en la cima de la política rumana. Creo que ahora estamos en un período diferente de la historia. Alemania ya no es una amenaza, sino una oportunidad económica, de alguna manera. Los Estados Unidos ya no están aislados como eran hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Y la única similitud es que Rusia sigue siendo una amenaza, pero Putin no se puede comparar con Stalin. No veo a Rumanía acercándose a una posición prorusa, sobre todo porque Rumania, más que la mayoría de los países de Europa central y del este, tiene una mala historia con Rusia.

DT: ¿Cómo habéis dicho antes, tenemos un nuevo presidente, un gobierno tecnócrata después de que la población se sintió exasperada por los viejos partidos y sus prácticas corruptas? ¿Cómo veis esta extraordinaria situación en Rumanía?

RK: Creo que la situación actual es buena, pero me preocupa el futuro. Un gobierno tecnócrata puede complacer a todo el mundo, está en el medio, no a los extremos, tiende a ser muy eficaz y práctico. El actual primer ministro tiene experiencia en Bruselas, sabe cómo hacer las cosas, etc. El problema con los gobiernos tecnocráticos es que no tiene la capacidad política para hacer cambios reales y profundos. Yen algún momento los tecnócratas deben deja su lugar a los políticos o tecnócratas deben convertirse en políticos. La economía de Rumanía creció de manera sana con un 4% más o menos, lo que proporciona una buena estabilidad. Pero la gente no se siente muy bien con esto, no se siente satisfecha con la estabilidad. Se siente muy bien solo cuando la economía crece con un 7-8%. Si la gente está harta de la forma en la cual estan siendo gobernados y los tecnócratas no alcanzan resultados concretos, existe la posibilidad de aparecer una inclinación hacia un extremo, en algún momento.

D.T.: Afortunadamente, en este momento no tenemos partidos políticos extremistas fuertes y creíbles. [Sus líderes] han muerto, literalmente, en los últimos años.

R.K.: Sí., y esto es una buena cosa. No hay una fuerza política organizada a ser proruso o ultranacionalista. La corriente nacionalista se hizo sentir de alguna manera en los años 90. Pero eso desapareció. Y esta cosa se debe en gran parte al redescubrimiento del pasado precomunista, inmediatamente después de la revolución.

D.T.: Los fiscales rumanos investigan desde hace años a los políticos de alto nivel, gerentes de hospitales, otros funcionarios sospechosos de corrupción. Por otro lado, aceptan sobornos a gran escala aún más. La corrupción parece ser una historia sin fin en este país. ¿Por qué? ¿Por culpa de nuestra historia? ¿Del pasado comunista? ¿Debido a que en un país pobre donde los salarios son bajos, no se puede sobrevivir sin sobornos?

R.K.: Rumania tiene, desde este punto de vista, un pasado muy difícil. En primer lugar, porque tuvo una clase media poco numerosa. No era como en Polonia, Alemania y la antigua Checoslovaquia, que tenía una burguesía llena de energía y muy numerosa en el siglo XIX y comienzos del siglo pasado. Este era un país de campesinos, en gran medida. Y no se puede tener instituciones gubernamentales fuertes, sí no tienes a una clase media muy bien educada. Gente que sepa leer. Durante mucho tiempo no habéis tenido esto. Después, habéis pasado medio siglo no sólo por el comunismo sino por el estalinismo: Gheorghiu-Dej, Ceausescu –estos representaron un régimen mucho peor que cualquier otro régimen en el Pacto de Varsovia. Por lo tanto, la combinación del estalinismo durante la guerra fría y la falta de una clase media sólida antes de la guerra dejó este país en manos de instituciones muy débiles. Las cosas se hacían siguiendo el modelo bizantino, otomano. Y toma mucho tiempo para renunciar a dichos hábitos. Pero yo creo que es bueno que la gente sea consciente de la situación, ya que expresan el deseo de no tragar más estas cosas.

Texto traducido por Rebeca Parnescu

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